Va historia cursi. Pido disculpas de antemano.
Estas cinco chapas corresponden a las cinco Coca-Cola's que me tomé en mi viaje a Roma (porque no podía permitirme más. Las capitales importantes son para ricos).
Con todas ella hice el típico juego de doblar la chapa siguiendo el abecedario hasta que ésta se rompiera, siendo la última letra la inicial de la persona de la que te enamorarás.
Pues bien, en aquél momento estaba empezando una relación y dio la casualidad de que las cinco chapas se rompieron en la inicial de mi pareja; la C.
Me pareció tan curioso que todas se rompieran tan pronto o aguantaran una segunda vuelta al abecedario que las fui guardando hasta que volví a España y decidí dejarlas en mi colgante.